No se por qu茅 (馃榿) recuerdo tanto, estos d铆as, el relato que escrib铆 hace unos a帽os, con ilustraci贸n de mi amiga Beatriz Palmieri
La obediencia de la almeja
por Nechi Dorado
Llegaron los turistas, arribaron ansiosos de mar, de sol, descanso, alej谩ndose de la selva de cemento donde alternan sus d铆as entre consumo, poluci贸n y nervios que parecen mechas de dinamita que se encienden hasta por usuales “buenos d铆as”, casi siempre deseados de la boca para afuera.
Se los ve tendidos como iguanas sobre la arena recalentada y cuando el sol afloja la tensi贸n de sus rayos, muchos comienzan la tarea irresponsablemente pasatista que los arrastra hacia la caza compulsiva de almejas, acci贸n devastadora para la especie que lo 煤nico que hace es vivir encerrada en su propia valva.
(Casi orgullosamente encerrada, como tantos humanos)
-Triste la vida de la almeja, pienso. Condenada ad eternum (o hasta que el hombre disponga lo contrario) a alternar sus d铆as entre las aguas saladas y las arenas, ordenada, obediente, sumisa, a煤n ante el riesgo de convertirse en un recuerdo pret茅rito.
Tanto habr谩n insistido en la idea de que su vida debe esquematizarse bajo la consigna “del mar a la arena, de la arena al mar” que omitieron el principio ineludible de la organizaci贸n, el reclamo, la lucha por la propia supervivencia.
El hombre, hecho a imagen y semejanza de alg煤n dios, aunque seg煤n dicen, no supo interpretar la 煤ltima parte de la obra y la adapt贸 a su manera, est谩 depredando a esos moluscos bivalvos que cumplen a rajatablas el mandato. (¿Se entender谩 alg煤n d铆a que la endeblez de los d茅biles es el motor fundamental, posibilitador del crecimiento de los fuertes?)
Y as铆 transcurren las almejas sus 煤ltimos momentos ignorando la inminencia de su propio extermino.
-Triste el destino de la almeja, sigo pesando. Rutinario su corto camino est茅ril que no la conducir谩 a ning煤n puerto seguro, apenas a su propio agujero arenoso.
Continuar谩 el viaje atemporal del molusco rumbo al pozo oscuro hasta que la irresponsabilidad –propia y ajena- decida lo contrario.
Del libro Con Sustancia Dxs
Editorial Amaru.
Dic 2016
(En Proyecto Cultural Sur)
La obediencia de la almeja
por Nechi Dorado
Llegaron los turistas, arribaron ansiosos de mar, de sol, descanso, alej谩ndose de la selva de cemento donde alternan sus d铆as entre consumo, poluci贸n y nervios que parecen mechas de dinamita que se encienden hasta por usuales “buenos d铆as”, casi siempre deseados de la boca para afuera.
Se los ve tendidos como iguanas sobre la arena recalentada y cuando el sol afloja la tensi贸n de sus rayos, muchos comienzan la tarea irresponsablemente pasatista que los arrastra hacia la caza compulsiva de almejas, acci贸n devastadora para la especie que lo 煤nico que hace es vivir encerrada en su propia valva.
(Casi orgullosamente encerrada, como tantos humanos)
-Triste la vida de la almeja, pienso. Condenada ad eternum (o hasta que el hombre disponga lo contrario) a alternar sus d铆as entre las aguas saladas y las arenas, ordenada, obediente, sumisa, a煤n ante el riesgo de convertirse en un recuerdo pret茅rito.
Tanto habr谩n insistido en la idea de que su vida debe esquematizarse bajo la consigna “del mar a la arena, de la arena al mar” que omitieron el principio ineludible de la organizaci贸n, el reclamo, la lucha por la propia supervivencia.
El hombre, hecho a imagen y semejanza de alg煤n dios, aunque seg煤n dicen, no supo interpretar la 煤ltima parte de la obra y la adapt贸 a su manera, est谩 depredando a esos moluscos bivalvos que cumplen a rajatablas el mandato. (¿Se entender谩 alg煤n d铆a que la endeblez de los d茅biles es el motor fundamental, posibilitador del crecimiento de los fuertes?)
Y as铆 transcurren las almejas sus 煤ltimos momentos ignorando la inminencia de su propio extermino.
-Triste el destino de la almeja, sigo pesando. Rutinario su corto camino est茅ril que no la conducir谩 a ning煤n puerto seguro, apenas a su propio agujero arenoso.
Continuar谩 el viaje atemporal del molusco rumbo al pozo oscuro hasta que la irresponsabilidad –propia y ajena- decida lo contrario.
Del libro Con Sustancia Dxs
Editorial Amaru.
Dic 2016
(En Proyecto Cultural Sur)
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